NUESTRA HISTORIA
La comunidad Religiosa de San Francisco de Sales, presente en Quito desde el año de 1955, plantea un Sistema Educativo propio, según el carisma congregacional. Así, en el contexto escolar se tiende al significado positivo en la Trilogía educativa, porque cada acontecer es importante, más aun cuando el educador cerca al discente descubre la validez de todos los elementos formativos para el crecimiento institucional. Medio siglo ha transcurrido desde que llegaron a Quito dos religiosas: Sor Francisca Magdalena Laye y Sor Ángela Margarita Morlás francesa y ecuatoriana respectivamente, cuya tenacidad y dedicación a la niñez, posibilitó que el Gobierno ecuatoriano les autorice la creación del jardín de Infantes en esta Capital.
El 15 de Octubre de 1955, el Padre Alberto Luna Tobar, bendice el local del Jardín de Infantes «Santa Teresita», y acoge a 40 niñas de familias quiteñas que confiaron sus retoños al cuidado de las hermanas y de la Señorita Olga Inés Moya. A partir de este momento, la semilla sembrada comienza a germinar y florecer dando lugar a la creación de la escuela. Posteriormente y debido a la necesidad, se crea la sección secundaria, la que gradúa a su primera promoción en 1965, otorgando el título de bachiller en humanidades modernas. En 1971, observando la problemática de tantos jóvenes que por falta de recursos económicos abandonan sus estudios secundarios para dedicarse a trabajar, la comunidad logra el permiso para el funcionamiento de la sección nocturna, cuyos estudiantes se educan gratuitamente.
Desde aquel año, 1955, en que iniciaron sus labores pedagógicas las hijas de San Francisco de Sales, no han cesado en su noble y ardua labor de ofrecer a la niñez y juventud de nuestro país, una formación académica, humana y cristiana, orientada a brindar profesionales altamente competentes y con proyección social. Qué gran oportunidad ésta, la de conmemorar los primeros cincuenta años del Colegios en Quito, y agradecer a Nuestro Señor por sus continuas bendiciones para todos aquellos que de alguna manera han sido y somos parte de esta gran Familia de San Francisco de Sales.
En un mundo globalizado resulta imperante formar parte de una comunidad educativa mundial, que centre su objetivo en formar seres humanos que coadyuven a la creación de un mundo más sostenible, equitativo y pacífico.
La Unidad Educativa San Francisco de Sales, consciente de su responsabilidad en la formación de sus estudiantes, se alinea a la meta del Bachillerato Internacional (IB): la formación de jóvenes solidarios, informados y ávidos de conocimiento, capaces de contribuir a crear un mundo mejor y más pacífico, en el marco del entendimiento mutuo y el respeto intercultural. En este contexto, la Institución impulsó el proyecto Programa del Diploma del Bachillerato Internacional, y el 7 de mayo de 2019, fue declarada y reconocida como colegio del Mundo IB.
Las asignaturas que se trabajaron desde el inicio del Programa fueron: Lengua A: Lengua y Literatura (nivel superior), Lengua B: Inglés (nivel superior), Historia (nivel superior), Química (nivel medio), Biología (nivel medio) y Matemáticas: Análisis y Enfoques (nivel medio). También se consideraron los tres componentes troncales: Monografía, Teoría del Conocimiento y CAS (Creatividad, Acción y Servicio).
En la primera promoción (Convocatoria Mayo 2021), pese a la situación de pandemia, los estudiantes obtuvieron todos los certificados y diplomas de las asignaturas en las que se matricularon. Mientras que, los estudiantes de la segunda promoción (Convocatoria Mayo 2022) receptaron sus evaluaciones externas en modalidad presencial, obteniendo el 70% de diplomas y el 100% de certificados.
Para la Convocatoria Mayo 2023, se ha incorporado dos nuevas asignaturas: Economía y Política Global, con el fin de ofrecer la posibilidad de que los estudiantes opten por el currículo que mejor se ajusten al perfil de su futura carrera universitaria (Ciencias Administrativas o Medicina). Esta oferta nace del estudio de las tendencias universitarias de nuestros egresados. Es importante mencionar que todos los estudiantes se están preparando para obtener el diploma del IB.
A la par, se ha venido gestionando convenios con universidades nacionales e internacionales, que se traducen en becas y homologación de asignaturas. Por otro lado, la capacitación continua del talento humano del IB garantiza el cumplimiento de los objetivos del Programa.
Resultan significativas las experiencias compartidas por nuestros egresados que están cursando carreras universitarias, quienes manifiestan que, los conocimientos y
competencias desarrolladas en el IB han fortalecido no solo su desempeño académico sino también el personal y emocional.
Estamos seguros de que el camino más efectivo para el desarrollo y bienestar del ser humano es la excelencia educativa. Esta es la razón de nuestra labor como docentes: formar personas con una actitud de aprendizaje durante toda su existencia para progresar y marcar la diferencia en sus trayectorias profesionales y tener una vida significativa, enmarcada en los valores humanos y cristianos.